Las 12 mejores ciudades europeas para vivir una Navidad mágica
Imagina cualquier película de Navidad que hayas visto: casetas de entramados de madera, luces de mil colores que adornan cada rincón, paisajes alpinos repletos de abetos nevados, lagos helados, concurridos mercados donde probar vino caliente y pan especiado…
Europa, durante las fiestas de adviento, ¡es un espectáculo mágico incomparable a cualquier otra época del año!
Te proponemos 12 destinos donde la tradición navideña está más presente que nunca. Este invierno, ¡no te quedes en casa!
1. Alsacia, el mercado de Navidad más antiguo del mundo
En la región más pequeña de Francia, Alsacia, es donde la tradición de los mercados navideños es más emocionante y real. El mercado de Navidad de Estrasburgo es considerado el más antiguo de Europa, una tradición celebrada desde 1570. Con una fama que lo posiciona como uno de los grandes mercados europeos, la ciudad de Estrasburgo es considerada la capital de la Navidad. Además, acoge uno de los barrios con más encanto de Francia, la Petite France, de casetas de entramado rodeadas por preciosos canales.
Si eres capaz de imaginarte un pueblo de Navidad de típicas casas alsacianas y un ambiente mágico, este es Colmar. La población se implica tanto en las fiestas navideñas que en este pueblecito se decoran las casas, tiendas, restaurantes, árboles y bancos. Completa tu recorrido con los típicos pueblecitos de Mulhouse, Obernai y Riquewihr. ¡Un viaje donde te sentirás parte del paisaje de una bola de cristal!
2. Berlín, romanticismo navideño
La modernidad del Berlín más urbano y conocido pasa desapercibida cuando llegan las fiestas de adviento en la ciudad. En Navidad, sus puntos emblemáticos se inundan de luz y color, mostrando su parte más entrañable. Los mercados navideños la transforman en una postal y llenan sus calles de tradición, gastronomía, cultura y ocio. Entre los mercados más famosos de la ciudad se encuentra el Winterwelt o “sueño de invierno”, ubicado en la famosa Potsdamer Platz y uno de los preferidos por los berlineses. Este mercado también es conocido como el “país de las maravillas”, ¿te imaginas por qué? También disfrutarás de acogedores y a la vez concurridos mercados en Alexanderplatz, con típicas casetas de madera, o en Gendarmennmarkt, donde podrás comprar artesanías típicas.
Aprovecha tu viaje para descubrir la historia que esconde la ciudad, el famoso barrio de San Nicolau, la Catedral de Berlín, la avenida de los káiseres y, por supuesto, el Muro de Berlín. Además, muy cerca se encuentra Potsdam, una ciudad cargada de historia con una de las plazas barrocas mejor conservadas de Europa y mercados de Navidad de lo más entrañables. Una escapada que mezcla historia, cultura y magia navideña a partes iguales.
3. Cracovia, un viaje lleno de historia
Se respira un ambiente único por las bonitas calles de Cracovia, mezcla de historia y arquitectura. En Navidad se transforma en un bonito paisaje invernal caracterizado por los pesebres o szopcka y coloridas decoraciones. Sentirás el olor del vino caliente mucho antes de llegar a la conocida plaza del mercado, donde quedarás hipnotizado por las luces de colores de sus árboles y por la belleza de la catedral gótica de Santa Maria. Incluso los carruajes de caballos que esperan a los turistas en uno de los extremos de la plaza se engalanan en estas fechas.
Aun así, su gran interés sigue latente en la huella de su historia. Tendrás la oportunidad de visitar el excampo de concentración de exterminio nazi de Auschwitz, o la fábrica de Oscar Schindler que explica la historia de salvación de más de mil judíos por un comerciante alemán. Puedes completar tu escapada visitando las minas de sal de Wieliczka, únicas en el mundo y declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
4. Núremberg, los mercados más antiguos de Europa
El mercado de Navidad de Núremberg es uno de los más famosos y visitados de Alemania. Situado en la plaza principal del mercado, cuenta con más de 180 paradas de madera que compiten para tener las decoraciones más bonitas. Aquí podemos encontrar pan de jengibre, de fruta, pesebres, árboles de Navidades, velas y otras artesanías, así como las imprescindibles salchichas alemanas y el vino caliente especiado.
Paseando por la ciudad descubriremos el exterior de sus murallas, el cementerio de San Johannis y las explanadas donde se convocaban los congresos del partido nazi. En el barrio medieval destacan su castillo imperial, la iglesia de San Lorenzo y la de San Sebald o el Rathaus. Muy cerca encontramos una parada obligatoria, un pueblo de cuento llamado Rothenburg ob der Tauber que parece salido de la historia de Hansel y Gretel con casetas de entramados de madera de mil colores.
5. Ámsterdam, el Festival de la Luz
La capital de los Países Bajos es durante todo el año una de las ciudades más visitadas de Europa. Durante el mes de diciembre su encanto se multiplica, acogiendo el Festival de Luz. Sus conocidos canales se iluminan de la mano de los mejores artistas de la luz internacionales ofreciendo un espectáculo de color incomparable, obras que en algunos casos forman parte de una colección permanente que viaja en todo el mundo.
Es una buena oportunidad para descubrir los barrios más populares de la capital, sus emblemáticos edificios y su arquitectura. Destaca la plaza de los Museos, donde durante el invierno se instala una pista de hielo, el Riijksmuseumn y su galería de honor y la plaza Dam. No dejes de hacer una visita a Volendam, la zona de antiguos pueblos pescadores situada en el norte de Ámsterdam. ¡Una escapada navideña con un encanto diferente y especial!
6. Hamburgo, Bremen y Lübeck
Vibrante y moderna, Hamburgo es una ciudad que se ha reinventado con el tiempo. Una arquitectura única como el edificio de la Filarmónica de Elba le da un toque muy especial a su ambiente invernal, con un mercado muy céntrico donde degustar gastronomía tradicional y el típico vino caliente. ¡Una parada perfecta para una comida rápida a pie de calle mientras descubres la ciudad!
Pasea por la orilla del río Alster y sus canales, donde se encuentra uno de los complejos de almacenes más grandes del mundo de arquitectura gótica y construidos con ladrillos, frontones y torres curiosas. Adéntrate en el famoso barrio de San Pauli, conocido por su larga tradición marinera al estar situado cerca del puerto así como por su equipo de fútbol.
Bremen y Lübeck son pequeños tesoros que encontrarás muy cerca y que merece la pena visitar. En Bremen podrás descubrir su centro histórico donde se encuentran el ayuntamiento, la estatua de Roland, la iglesia de Liebfrauenkirche y la Weserpromenade. En la famosa Markplatz podrás ver el símbolo de la ciudad, conocido gracias al cuento infantil de los Músicos de Bremen. Lübeck fue un motor del comercio marítimo muy importante en Europa hasta el siglo XVI. Paseando por su casco antiguo se pueden apreciar las mansiones señoriales, iglesias, depósitos de sal y monumentos históricos.
7. Mercados del lago Konstanz
Imagínate un precioso mercado de Navidad situada a la orilla de un lago helado. En el lago de Konstanz te encontrarás inmerso en el singular paisaje de los Alpes, compartido entre Alemania, Suiza y Austria. Su mercado más grande se encuentra en la ciudad medieval de Konstanz, donde se mezclan los aromas de las comidas típicas de la región: pan de especias acabado de hacer y vino caliente enriquecido con claves de olor, naranjas, canela y azúcar.
Desde aquí podrás visitar las bonitas cascadas del Rin, consideradas el salto de agua más grande de Europa con una anchura de 150 metros y 23 metros de profundidad. En Meersburg disfrutarás de unas preciosas vistas de los Alpes Suizos y Austríacos, y a la orilla del lago visitaremos la Basílica de Birnau denominada la “joya del barroco de Konstanz”. Merece la pena visitar el castillo de Hohenzollern, situado encima de un cerro y considerado uno de los más bonitos de Alemania que esconde un mercado navideño a su patio interior. En Lindau parece que el tiempo se haya detenido en el siglo XVI, cuando el Renacimiento creó un ambiente italiano en la ciudad.
8. Mercados del lago Leman y casa de Papá Noel
En el lago Leman vivirás una experiencia única entre montañas nevadas y un lago de agua helada. El mercado de Navidad de Montreaux te espera con 150 paradas de madera que te maravillarán solo mirarlas. Este pueblo maravilló a personajes tan famosos cono Charles Chaplin o Freddie Mercury. No has viajado a Suiza si no has probado sus deliciosos chocolates, especialmente los de la chocolatería Caillier en el pequeño pueblo de Pico, la más antigua del país fundada en 1819. Siguiendo con la gastronomía, en Gruyères probarás los más deliciosos quesos, además de ser uno de los pueblos más bonitos de Suiza.
Muy cerca se encuentra uno de los secretos mejor guardados, la casa de Papá Noel en Rochers de Naye. Sube en tren hasta la casa del hombre más famoso del mundo, situada nada más y nada menos que a 2.000 metros de altura. Llénate de espíritu navideño visitando su parque de renos, el pesebre gigante, sus elfos trabajadores y la oficina de correos. ¡Una experiencia única que nunca olvidarás!
9. Frankfurt, Heidelberg y el Rin
El ambiente navideño en el centro de Frankfurt es único. En su mercado se aprecia el contraste entre una ciudad moderna y una antigua, con un skyline propio de las ciudades americanas. ¿Sabías que su distrito financiero se denomina Mainhattan? En el centro histórico encontramos la plaza de Romerberg, con casetas de entramados de madera, infinitas paradas de comer, dulces y vino caliente, todo alrededor de un precioso árbol iluminado. Muy cerca tenso la oportunidad de visitar Heidelberg, ciudad universitaria y juvenil con un mercado de Navidad donde comprar todo tipo de productos artesanales y un castillo medieval con vistas en el río Neckar. Si buscas una experiencia completa, puedes navegar por el valle del Rin y observar la belleza de sus castillos y sus pueblecitos, como Saint Goar o Rüdesheim.
10. Salzburgo y la región de los lagos
Pasear por Salzburgo durante la Navidad es una experiencia mágica. Al caer los primeros copos de nieve, la ciudad se va cubriendo poco a poco de blanco creando una atmósfera romántica única. La ciudad mantiene vivas las tradiciones alpinas y un gran número de tradiciones folclóricas, como los Krampus. Se trata de un demonio que se lleva a los niños que no se han portado bien durante el año, una especie de hombre del saco en versión austríaca. En la plaza de la catedral encontrarás el Christkindlmarkt, el mercado de Navidad principal, pero te recomendamos visitar también el de Hellbrunn y Mirabellplatz. En sus mercados encontrarás multitud de objetos decorativos, manualidades, artesanías, coronas y todo tipo de ornamentación navideña.
En la región de los lagos te esperan pueblecitos nevados con paisajes preciosos que nunca olvidarás, como Königsee, Hallstatt, considerado el pueblo más bonito de Austria, y St. Wolfgang.
11. Riga y Tallin
Riga cuenta con una vitalidad cultural impresionante y un interesante patrimonio Arte Noveau. Su mercado central es una visita imprescindible, con más de 3.000 paradas dedicadas a la alimentación y uno de los más grandes de Europa situado en pleno centro de la ciudad. No te pierdas la visita a su mercado de Navidad, situado en el centro histórico donde encontrarás juguetes de madera y artículos tradicionales navideños.
La ciudad es conocida como la “París del norte”, y destaca por la belleza de su núcleo antiguo donde se mezclan diferentes estilos arquitectónicos: Gótico, Renacentista, Barroco, Clásico y Arte Noveau. Descubre los lugares más interesantes de la ciudad como son la Torre del Arsenal, el Monumento a la Lliberat, la Opera House, la catedral del Domo, el Antiguo Castillo Medieval, los edificios antiguos de los antiguos gremios, el Puente de los Suecos y otras edificaciones.
En Tallin el mercado de Navidad se instala a Raekoja Platos, donde destacan las piezas de artesanía y madera. La capital de Estonia es la simbiosis perfecta entre las tradiciones es antiguas y la modernidad más actual. Su centro histórico, con antiguas murallas y callejones, está muy bien conservado y fue declarado patrimonio de la UNESCO. Visita las torres conocidas como el “largo Herman” y la “grasseta Margarete”, la plaza del ayuntamiento y las iglesias de San Olaf y San Nicolau.
12. Hannover, a la orilla del Leine
La Navidad en Hannover se celebra cada año en su pintoresco casco antiguo, que todavía conserva la arquitectura original de antes de la Segunda Guerra Mundial. Alrededor de la iglesia del mercado, los sopletes de vidrio, alfareros y fabricantes de velas muestran sus productos y oficios en las diferentes parades en un histórico pueblecito navideño. Observa el contraste de su tradición de adviento con el ecléctico paisaje urbano: ciudad gótica, hanseática, antigua residencia real, industrial y moderna capital de Estado. Descubre sus puntos principales, como los jardines Herrenhausen, de estilo barroco y unos de los más importantes de Europa, así como su icónico ayuntamiento.
Muy cerca tienes la oportunidad de acercarte a los cuentos más clásicos de los hermanos Grimm, como Hamelin con sus casetas de entramados de madera, y Celle, que con sus bosques inspiró el cuento de la Caperucita Roja. Completa tu viaje visitando el Austostad, la ciudad del automóvil y actual fábrica de la compañía Volkswagen. A lo largo de sus seis pabellones podrás conocer la historia de esta compañía alemana con exposiciones de coches de todas las épocas.
Esta Navidad no te quedes en casa, ¡aprovecha para descubrir algunas de las ciudades más bonitas de Europa que se llenan de magia e ilusión durante estas fechas!
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