Myanmar, un país lleno de paz
Un viaje a la Indochina colonial que te llenará de buena energía y serenidad Vegetación salvaje, templos ancestrales, gentes sonrientes y clima caluroso.
Una buena oportunidad de escapar de la ciudad y adentrarte en un nuevo mundo.
Aterrizaje en Yangon para conocer sus tesoros como la pagoda Botahtaung, Sule Pagoda y el templo Chaukhatgi con su inmenso buda inclinado de 72 metros de largo, o el templo budista más hermoso que existe, el Shwedagon. Entre otras cosas bellas.
En Bagan puedes pasear por el característico y llamativo mercado colorido, contemplar el Templo Htilominlo con sus impresionantes pilares con relieve o el Templo Gubyaukgyi con las mejores pinturas del siglo XI, así como el Templo Dhamayangyi, el más grande de Bagan. Un auténtico momentos de postal es contemplar desde el aire, dentro de un globo aerostático, todos los templos de Bagan y el hermoso atardecer.
Pero para acabar un viaje de ensueño por la Asia más auténtica, visita el Lago Inle para quedar fascinado con sus hermosas e imponentes pagodas y venerar a sus entrañables habitantes.
Fuente: Grupo Bestours