5 cosas que ver en Praga
La capital de la República Checa, es una ciudad que ofrece mucho más de lo que pueda parecer a simple vista.
Por eso es importante saber todo lo que hay que ver en Praga antes de viajar.
Yo misma quedé sorprendida después de pasar allí un fin de semana: no os mentiré, al principio no era un lugar que me hiciera especial ilusión visitar. Aún así, tres días en la ciudad de las cien torres me hicieron cambiar de opinión, y es que, ¡una ciudad no se convierte en monumento de la UNESCO sin un buen motivo!
Si lo que buscas es una escapada a un lugar bonito y sorprendente, Praga es una opción más que recomendable. Para que aproveches al máximo tu estancia allí y tengas ideas para diseñar tu itinerario, en el post de hoy te hablaré de los cinco lugares que más me gustaron ¡y que tu también deberías visitar!
1. El Reloj Astronómico de Praga
Posiblemente, uno de los signos más distintivos de la ciudad sea el Reloj Astronómico de la Ciudad Vieja de Praga. Ubicado en la pared sur del Ayuntamiento, esta reliquia medieval es única en el mundo: cada hora entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche, una sucesión de marionetas mecánicas desfila ante los ojos de los curiosos para finalmente anunciar el cambio de hora con el canto de un gallo de oro y el repique de la campana en lo alto de la torre. Estas marionetas representan a los 12 apóstoles, y están flanqueadas por 4 figuras que sólo mueven la cabeza: la Muerte, la Vanidad, la Lujuria y la Avaricia.
Durante la temporada de verano, diversas proyecciones de videomapping sobre el reloj muestran a los visitantes pasajes sobre la historia checa: un espectáculo muy ilustrativo.
2. El Barrio Judío
Josefov, el gueto judío de Praga, es uno de los mejor conservados de Europa. Tanto es así, que si paseamos por él podremos disfrutar de construcciones medievales muy bien preservadas, tales como el Ayuntamiento Judío, las seis sinagogas y el cementerio. Curiosamente, su buen estado de conservación se debe a Adolf Hitler, quien decidió construir en Praga el “Museo de la raza desaparecida”, llegando a formar la colección de objetos judíos más grande de Europa. Por estas callejuelas mágicas abundan miles de leyendas: la más conocida de ellas quizás sea la del Golem, el monstruo de barro que protege el gueto y que supuestamente descansa en una de las sinagogas de Praga.
3. El Castillo de Praga
En una ruta por Praga no puede faltar visitar su castillo.
Construido en el siglo IX, es el castillo más grande del mundo y, según dicen, uno de los más bellos. Alejado de la estética de fortaleza amurallada, el Castillo de Praga es más bien un conjunto de hermosos palacios conectados por pintorescas callejuelas. Desde su fundación pasó a ser la morada de los Reyes de Bohemia, y hoy en día es la residencia del presidente de la República Checa, donde además se encuentra su despacho oficial.
4. El Puente de Carlos
Este puente cruza el río Moldava y comunica la Ciudad Vieja (Staré Město) con la Ciudad Pequeña (Malá Strana). Aunque actualmente es peatonal, llegó a tener 4 carriles para el paso de carruajes de lado a lado del río. Lo más característico de este puente son las estatuas que lo adornan: 30 esculturas que representan a diversos santos y vírgenes, siendo la más conocida la de San Juan Nepomuceno. Dice la leyenda que a quien pide un deseo poniendo la mano izquierda en la base de la figura, se le concede su voluntad.
5. La Iglesia de San Nicolás
La Iglesia de San Nicolás de Malá Strana (no debe confundirse con la de Staré Město) está considerada la construcción barroca más bonita de Praga. Se empezó a construir en 1673, pero no se pudieron oficiar misas hasta el 1711. El interior está repleto de preciosas pinturas y esculturas, pero sin duda la mayor atracción es la torre de la iglesia. Con 65 metros de altura, fue utilizada durante la época comunista para vigilar las embajadas extranjeras, y hoy en día es visitable. ¡No hallarás mejores vistas de la ciudad!
Estas son las 5 cosas que a mí más me gustaron, ¡pero hay mil más por ver y descubrir! Además, Praga tiene la suerte de ser una ciudad vibrante y muy activa, y dependiendo de la época del año en que la visites te puedes encontrar más de una sorpresa: la celebración de Año Nuevo, el tradicional Bohemian Carnevale, los mercadillos navideños…
¿Lo que no te acaba de convencer es el idioma? No temas. Aunque el checo roza lo indescifrable, la verdad es que cuidan muy bien de los turistas. No solo la mayoría de personas hablan inglés en Praga, sino que también hay muchas aplicaciones desarrolladas por la oficina de turismo oficial que te ayudarán durante tu estancia allí.
Y tú, ¿te animas a descubrir la capital checa?
Fuente: Bedooin Travel