A los ugandeses les encanta el matoke. Se elabora con bananas verdes y patatas dulces, cocidas al fuego o al vapor.

Aunque su sabor particular lo aporta una salsa hecha a base de ajo, especias, cacahuete, cebolla y pimientos, que acaban por dar la alegría necesaria a ese triste filete de carne o a una solitaria loncha de pescado ahumado.

Es un plato típico y tradicional, de fácil preparación, que bien podría ser una metáfora de un país que Winston Churchill calificó en una ocasión como la “perla de África”.  Una tierra que rezuma aroma y tentaciones, y que al igual que el matoke -y su fuente de hidratos de carbono a base plátanos y patatas- reposa sobre bases sólidas:  un paisaje de leyenda al que han llamado mucha veces la “Suiza de África”, junto a una de las tasas de alfabetización más altas del continente negro.

Un lugar rodeado de agua

Otra de las particularidades de Uganda es el agua. Es un país de interior y que no cuenta con salida al gran océano, pero que está rodeado de pequeños mares: los lagos Alberto, Eduardo, George, Kyoga, y por supuesto el inacabable Victoria.  ¿Resultado de todo ello? el 25% de la superficie de Uganda es pura agua, y eso sin sumar que una de las famosas fuentes del Nilo se encuentran aquí.

No es extraño, por tanto, que el color verde tapice el paisaje ugandés, y que éste sea un verdadero prodigio de fertilidad. Que esté inundado con densas florestas y junglas. Que cuente con gran diversidad de vegetación y fauna.

Selvas, Sabanas, Montañas... y Cascadas

Los atractivos de este rincón de África son múltiples, y eso que Kampala –la capital-, no es precisamente el más destacado. El gran secreto de Uganda es, como se adivinará, la naturaleza. Este es un país repleto de selvas, sabanas y montañas, y eso en África significa Parque nacionales como el Queen Elisabeth Park, uno de los más extensos. Sin olvidar el PN  Murchinson, cuyo gancho son sus tres famosas cascadas que revientan la tierra, tras el lago Victoria, y amansan el Nilo.

Aves en el Paraíso

Este es también un paraíso ornitológico, donde pueden divisarse más de mil especies de pájaros. Al encontrarse aquí el bosque tropical con las llanuras del valle del Rift y múltiples humedales, Uganda deviene lugar de cita de múltiples migraciones de las aves del Oriente africano, y una curiosa intersección de diversos hábitats aparentemente contradictorios.

También acoge la mayor concentración de primates de toda África. Ahí está el PN Kibale conocido por sus chimpancés. ¿El mayor inconveniente? el bochorno que provoca la espesura de sus bosques. Aunque para frondosidad e interés por la primatología tal vez tenga que destacarse el PN de Bwindi, allí donde viven escondidos la colonia más numerosa de gorilas de la montaña.

Gorilas en la niebla, y otras sorpresas

Bwindi es maravilloso. La selva, tupida. El escondite, recóndito. Por lo que para acceder allí donde habitan los gorilas se necesita estar con cierta forma física. Vale la pena el esfuerzo. Los guardas del bosque ayudan a que la familiarización con los gorilas sea más fluida, pero la sensación de soledad y de privilegio cuando sea está tête à tête ante el mayor de nuestros parientes es cuando menos de asombro.

Un vuelo en avioneta desde Kisoro, en el Sur, hacia el extremo Norte del país permite acceder al último de los grandes parques naturales de Uganda: Kidepo Valley. Una enorme extensión de sabana africana donde la única diferencia con los famosos parques naturales de Tanzania y Kenia es que aquí apenas ha llegado la mano del hombre.

El mejor momento  

Uganda es destino para todo el año, aunque para ver gorilas sea mejor la época seca. Llueve dos veces al año: a mediados de otoño, cuando se producen las llamadas short rains, y en primavera, especialmente desde finales de marzo hasta finales mayo.

No obstante, vayan la época del año que vayan o puedan, no desprecien la oportunidad de degustar un plato de matoke, para acabar de entender el país. Como si se tratara de una poción mágica, de repente se darán cuenta de la grandeza de este destino. Ya nos darán la razón. Feliz África, buen viaje a Uganda, y sobre todo que aproveche el matoke.

Fuente: FERRER & SARET